Si algo es seguro al ver «Los renglones torcidos de Dios», es que quedarás atónito y con ganas de volver a verla para descifrar todos sus misterios. Esta película es una montaña rusa de giros argumentales que te dejarán sin aliento. El elenco es muy capaz y la fotografía es excelente, lo que la hace una película muy bien realizada.
Aunque algunos espectadores pueden sentirse traicionados o engañados al final, eso es precisamente lo que hace que esta película sea tan atractiva. El director ha logrado dejar al espectador aturdido y sin saber qué pensar, y eso es un logro por sí solo. Además, aunque de forma secundaria, la película también aborda el cuidado y tratamiento de pacientes psiquiátricos.
Un argumento lleno de giros inesperados
Es difícil hablar de la trama de «Los renglones torcidos de Dios» sin arriesgarse a desvelar demasiado, pero lo que sí podemos decir es que está llena de giros inesperados que mantienen al espectador pegado a la pantalla.
Algunos espectadores pueden sentir que la trama es demasiado complicada y que al final quedan demasiadas preguntas sin respuesta, pero eso es parte de lo que hace que esta película sea tan interesante.
Un final sorprendente
El final de «Los renglones torcidos de Dios» es una auténtica sorpresa que te dejará con ganas de volver a verla para entender todos los detalles que se te hayan escapado. Aunque algunos cinéfilos pueden sentir que quedan demasiados cabos sueltos, lo cierto es que esta película es una verdadera obra maestra del suspense y te mantendrá pegado a la pantalla hasta el final.
Una película no apta para todos los públicos
Aunque «Los renglones torcidos de Dios» es una película muy entretenida, no es apta para todos los públicos. Si buscas una película fácil de seguir con un final predecible, tal vez esta no sea la opción más adecuada para ti. Sin embargo, si te gustan las películas llenas de suspense y giros de guión, ¡no te defraudará!
Un repaso a la experimentación de Rosenhan
Aunque de forma tangencial, «Los renglones torcidos de Dios» también hace referencia a la experimentación llevada a cabo por el profesor de la Universidad de Stanford, David Rosenhan, y publicada en la revista «Science» con el título «On Being Sane in Insane Places» en 1973.
En este experimento, se puso a prueba la validez de los diagnósticos psiquiátricos haciendo que personas que simulaban tener alucinaciones se presentaran como pacientes en clínicas psiquiátricas. Una vez allí, se comportaban de forma normal, pero la mayoría de ellos fueron diagnosticados como enfermos mentales.
Un director que siempre sorprende
El director de «Los renglones torcidos de Dios» es conocido por sus películas llenas de suspense y giros argumentales sorpresivos, y esta película no es una excepción. Aunque algunos espectadores pueden sentirse un poco perdidos durante la primera visualización, lo cierto es que esta película es una verdadera joya del suspense y te mantendrá pegado a la pantalla hasta el final.
Si te gustan las películas llenas de misterio y giros inesperados, «Los renglones torcidos de Dios» es una película que no puedes dejar pasar.